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Los suplementos probióticos y una dieta con control de calorías pueden ayudar a controlar la obesidad en la población más joven y reducir los riesgos futuros para la salud, como enfermedades cardíacas y diabetes.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Piamonte oriental Amedeo Avogadro (Italia), y que va a ser presentado en el congreso ‘e-ECE 2020’, ha evidenciado que los probióticos, junto a una dieta baja en calorías, pueden ayudar a los niños y adolescentes obesos a perder peso.
En concreto, el trabajo ha evidenciado que los niños obesos que recibieron una dieta restringida en calorías y probióticos ‘Bidobacterium breve BR03’ y ‘Bidobacterium breve B632’, perdieron más peso y mejoraron la sensibilidad a la insulina en comparación con los niños que solo estaban a dieta.
Estos hallazgos sugieren que los suplementos probióticos y una dieta con control de calorías pueden ayudar a controlar la obesidad en la población más joven y reducir los riesgos futuros para la salud, como enfermedades cardíacas y diabetes.
Estudios anteriores sugirieron que la suplementación de probióticos con bidobacterias podría ayudar a restaurar la composición del microbioma intestinal, lo que puede ayudar a perder peso y podría ser un enfoque potencial para el manejo de la obesidad. Sin embargo, la investigación actual utiliza mezclas de diferentes cepas de probióticos y no examina los efectos de la administración de ‘Bidobacteria’ sola.
Para llevar a cabo el trabajo, los expertos pusieron a 100 niños y adolescentes obesos (de 6 a 18 años) en una dieta con control de calorías y se les administró al azar los probióticos ‘Bidobacterium breve BR03’ y ‘Bidobacterium breve B632’, o un placebo durante 8 semanas. Se llevaron a cabo análisis clínicos, bioquímicos y de muestras de heces para determinar el efecto de la suplementación con probióticos sobre el aumento de peso, la microbiota intestinal y el metabolismo.
Los resultados sugirieron que los niños que habían tomado probióticos tenían una reducción en la circunferencia de la cintura, en el índice de masa corporal, en la resistencia a la insulina y en la presencia de la bacteria ‘E. coli’ en su intestino. Estos efectos beneciosos demuestran el potencial de los probióticos para ayudar a tratar la obesidad en niños y adolescentes cuando se someten a restricciones dietéticas.
“Los suplementos probióticos se administran con frecuencia a personas sin datos de evidencia adecuados. Estos hallazgos comienzan a dar evidencia de la ecacia y seguridad de dos cepas probióticas en el tratamiento de la obesidad en una población más joven”, ha detallado el doctor Prodam.
Por tanto, el estudio sugiere que la suplementación con probióticos podría modicar el entorno del microbioma intestinal y afectar beneciosamente al metabolismo, ayudando a los niños o adolescentes obesos que también se someten a una dieta restringida a perder peso. Sin embargo, se necesitan estudios más amplios durante un período de tiempo más largo para investigar esto.
“El siguiente paso de nuestra investigación es identicar a los pacientes que podrían beneciarse de este tratamiento con probióticos, con el n de crear una estrategia de pérdida de peso más personalizada. También queremos descifrar más claramente el papel de la dieta y los probióticos en composición del microbioma. Esto podría ayudarnos a comprender cómo la microbiota es diferente en los jóvenes con obesidad”, han zanjado los expertos. (iM-rrc)
